Mejorar el rendimiento y quemar calorías son dos de los grandes beneficios de entrenar en bicicleta con frío.
Entrenar en bicicleta es algo que nos apetece siempre pero, ahora que empieza a notarse el frío, se hace más duro salir. Sólo abrir la puerta y notar cómo las bajas temperaturas penetran en nuestros huesos hace replantearse nuestra fantástica idea de salir al exterior.
Para evitar esa sensación de frío hay que llevar la ropa adecuada, esto junto a unos kilómetros sobre la bicicleta, harán que nuestro cuerpo se caliente dejando atrás el frío helador.
Beneficios de entrenar con frío.
Quemamos más calorías.
Nuestro cuerpo necesita moverse más para entrar en calor por lo que aumenta la actividad metabólica que transforma la energía en calor. Así que entre el frío y el ejercicio quemaremos más calorías.
Aumentará nuestro rendimiento.
Las propias mejoras que nos aporte el propio entrenamiento junto a la quema de calorías predispondrán a nuestro cuerpo a soportar mejor los cambios del tiempo por lo que, en la próxima salida con bajas temperaturas, lo llevaremos mucho mejor.
La piel de nuestro rostro mejora.
El frío hace que la piel quede mucho más tersa. ¡¡Lifting asegurado!! ;D
Ante todo y, sobre todo, mucha precaución.
No cabe duda que la seguridad cuando salimos en bicicleta es fundamental pero ésta se hace, si cabe más importante, con bajas temperaturas ya que la carretera puede estar mojada e, incluso, helada en zonas sombrías.
Frenar antes, predecir acontecimientos y no llevar una velocidad excesiva que nos dificulte el control de la bicicleta ante cualquier imprevisto son fundamentales si queremos no tener problemas como, por ejemplo, una caída.
No olvides utilizar el sentido común.
La lluvia y temperaturas bajas pueden llevarnos a coger algún catarro o resfriado así que mejor quedarse en casa ya que, de lo contrario, podemos enfermar y estar más días sin salir. ¡¡Ojo al consejo y, por supuesto, decide con cabeza!!.